Bienvenidos a un nuevo capítulo en Estación Qua, nuestro rincón donde compartimos las aventuras y desafíos de vivir sobre ruedas. Para quienes recién se suman a nuestra historia, somos Thai y Yani, una pareja que ha dedicado los últimos tres años a camperizar nuestra casa rodante.
Hace poco vivimos un duro golpe: nuestra casita se incendió a un mes de salir a recorrer las rutas. En un video anterior compartimos todos los detalles de lo sucedido, y si aún no lo viste, te invitamos a hacerlo para entender mejor el contexto de nuestra experiencia haciendo clic acá.
En este artículo, queremos rendir homenaje a nuestra casita compartiendo los recuerdos y aprendizajes del proceso de camperización. En esta ocasión, nos enfocaremos en uno de los trabajos más desafiantes: el revestimiento interior.
Video: El proceso de revestimiento
Antes de sumergirnos en los detalles, aquí tienes el video donde documentamos el proceso completo. No olvides suscribirte a nuestro canal y dejarnos tus comentarios.
El desafío del revestimiento
El revestimiento interior fue una de las tareas más intensas que realizamos en la camperización. Nos llevó entre uno y dos meses completarlo, trabajando fines de semana entre cortes, mates y mucha dedicación.
Materiales y herramientas utilizadas
Trabajar con las «redondeces» de la casita fue especialmente desafiante. Después de muchos intentos, inventamos técnicas que nos permitieron avanzar. Estos fueron los materiales y herramientas que utilizamos:
📏🛠 Materiales y herramientas
- Chapa plástica de 1,2 mm
- Aislante fino, como complemento al poliuretano ya instalado
- Tijera de chapa
- Taladro
- Metro
- Tornillos autoperforantes para metal
- Perfiles de aluminio blancos para las terminaciones
Los mayores desafíos del proceso
A lo largo del revestimiento, enfrentamos varias situaciones que nos hicieron transpirar (¡literalmente!):
😅 Top de renegadas
- Cortes complicados debido a las curvas y redondeces de la casita.
- Alergia en la piel de Thai provocada por la fibra de vidrio que se desprendía al cortar el material.
- Encastrar la chapa plástica en los marcos de las ventanas, un trabajo que requirió mucha paciencia y fuerza.
- Colocar el techo, un verdadero reto físico, ya que sostener la chapa en alto mientras la fijábamos con tornillos autoperforantes nos dejó exhaustos.
Momentos memorables
A pesar de las dificultades, tuvimos momentos llenos de risas y aprendizajes:
- Thai descubrió su faceta acrobática mientras trabajábamos.
- Nuestro compañero gatuno, Charly, estuvo presente en todo momento, brindándonos su compañía.
- Las largas noches de trabajo se llenaron de música y mates que nos ayudaron a seguir adelante.
¿Qué opinas del resultado?
Nos encantaría saber tu opinión sobre este trabajo. ¿Qué te pareció el revestimiento? ¿Has hecho algún proyecto similar? Déjanos tus comentarios o ideas en el video o aquí en el blog.
Conclusión: un homenaje lleno de aprendizaje
Camperizar nuestra casa rodante no solo fue un reto técnico, sino también una experiencia llena de aprendizaje y amor por lo que hacíamos. Aunque nuestra casita ya no está con nosotros, los recuerdos y enseñanzas de este proceso vivirán siempre.
Gracias por acompañarnos en esta etapa y por ser parte de nuestra comunidad. Si te gusta nuestro contenido, no olvides compartir este artículo y suscribirte a nuestro canal para seguir apoyándonos en este camino.